La venta de videojuegos tradicionales se hunde en nuestro país y vuelve a cifras de hace ocho años. Es el cuarto año consecutivo de descenso en las ventas, que además han empeorado en el último año. Concretamente, el descenso se sitúa en 822 millones de euros y la industria lo justifica con la crisis y la piratería. La única consola que registra un crecimiento positivo es la Nintendo 3DS.
El Mundo publica los resultados de las ventas de videojuegos tradicionales en España durante el año 2012. Los datos han sido recogidos por la patronal aDeSe y la consultora Gfk y solamente incluyen las ventas en formato físico. En el estudio no se contabilizan las ventas digitales a través de Internet, ni las descargas de juegos desde móviles y tabletas. Según aDeSe, estas ventas suponen solo el 6% del total, por lo que aún no compensa incluirlas.
Alberto González, presidente de aDeSe opina que el año 2013 va a ser muy complicado, debido a la crisis económica. Espera que la llegada de las consolas de nueva generación sirva de estimulo a las ventas, que encadenan cuatro años consecutivos de bajadas. Según González, este es un mercado de picos y valles de lanzamientos que se producen cada cuatro o cinco años. Ahora mismo estamos en un valle, pero se espera alcanzar un pico con las nuevas consolas, como Wii U, PlayStation 4 y Xbox 720.
Estos datos sirven para que España se mantenga como el cuarto país europeo en cuanto a ventas de videojuegos. El líder del ranking es Reino Unido, aunque también es el país que sufre el descenso más importante, que roza el 22% de bajada. Alemania y Francia completan el podio con descensos del 9,2% y 14,7% respectivamente.
Como no podía ser de otra forma, aDeSe ha denunciado el alto nivel de piratería que encontramos en España y no ha dudado en calificarlo como el mayor de los países del entorno. Alberto González ha situado las pérdidas en 270 millones de euros por culpa de la piratería. Además, creen que la Ley Sinde no está siendo efectiva para atajarla. Resulta curioso que se intenten buscar excusas en la piratería cuando España tiene un precio medio por videojuego superior a los países de su entorno.
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